viernes, 25 de mayo de 2012

2. La celulosa y el problema de la deforestación.

2. La celulosa y el problema de la deforestación.
La celulosa es un polímero formado por moléculas de glucosa, muy abundante en el reino vegetal ya que forma parte de la pared celular de las plantas. Aunque sirve de materia prima para algunos productos, la industria papelera es con diferencia la principal demandante de celulosa.
La producción de celulosa presenta serios problemas medioambientales. 
La celulosa utilizada en la fabricación de papel de baja calidad trae consigo dos inconvenientes los cuales son el alto consumo energético y la consiguiente contribución al efecto invernadero. Sin embargo, para la mayor parte de las aplicaciones del papel se exige una mayor calidad, cuyos métodos utilizados son muy agresivos con el medio ambiente porque consumen una gran cantidad de agua, que se contamina con elevados niveles de sulfuros y compuestos orgánicos clorados. El uso de catalizadores y de nuevas técnicas de refinado de la celulosa han reducido, aunque no han eliminado ni mucho menos el riesgo de contaminación.
Las consecuencias de la explotación forestal son terribles.
Si el ritmo de destrucción de la selva tropical se mantiene, en pocas décadas el cinturón verde ecuatorial que rodea al mundo, habrá desaparecido.

2.1 Plantaciones forestales.
La industria de la celulosa es una verdadera devoradora de madera. Las empresas que trabajan con esta materia prima se defienden, tras haber sido acusadas de dañar los bosques occidentales y de exportar los problemas medioambientales a los países del Tercer Mundo, argumentando que han compensado las talas con reforestaciones y el impulso de las plantaciones forestales.
El impacto medioambiental de las plantaciones es importante, ya que al ser monocultivos reducen la biodiversidad. El protocolo de Kioto incluye algunas cláusulas con el objetivo de regular las plantaciones forestales.
Las empresas productores de celulosa están abusando de plantaciones de géneros de rápido crecimiento como el eucalipto y el pino.
El caso del eucalipto es especialmente preocupante, sin embargo, su introducción en un ecosistema ajeno provoca graves alteraciones; además segregan sustancias químicas que impiden el crecimiento de las demás especies y la germinación de sus semillas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario