viernes, 25 de mayo de 2012

1. Impacto económico y ambiental del uso de nuevos materiales.

1. Impacto económico y ambiental del uso de nuevos materiales.
El ser humano es la única especie animal que ha sabido forzar a la naturaleza para aumentar sus medios de subsistencia. El avance de la ciencia hizo posible la revolución industrial. Ahora nos estamos dando cuenta de que el ser humano es capaz de transformar la naturaleza como nunca antes; pero jamás ha dependido tanto de ella como depende ahora.
El ejemplo más característico de esta realidad es el petróleo. La economía mundial se ha vuelto dependiente de esta materia prima. Si no se encuentran nuevos yacimientos importantes, las reservas mundiales de petróleo no tardarán en agotarse. Llegado ese momento, si no hemos desarrollado alternativas que sustituyan al petróleo, se producirá el descenso de la actividad industrial. Se producirá graves problemas de abastecimiento y con ello el colapso de la economía mundial.


Muchas de las necesidades que en la actualidad se encuentran envueltas con el petróleo podrían ser satisfechas con productos agropecuarios como el biodiésel y el bioetanol. Aun suponiendo que la economía mundial pudiera salvarse de este modo, el impacto medioambiental sería aún mayor que el provocado por la industria petrolífera.
El uso de nuevos materiales ocasiona consecuencias políticas y sociales, a parte de económicas y ecológicas.
El petróleo es el causante de buena parte de los conflictos que se producen entre países internacionales. Los países europeos siguen siendo víctimas de una nueva forma de explotación: el neocolonialismo.


1.1 Basura tecnológica.
Los residuos tecnológicos se han convertido en un problema demasiado grave por dos motivos:

  • Los aparatos electrónicos son artefactos muy complejos cuyos componentes son muy difíciles de separar.
  • Algunos de los materiales de los que están fabricados son enormemente graves para la salud. Se trata de metales pesados y toxinas que si no son adecuadamente tratados pueden difundirse por tierra, mar y aire. En los dos primeros casos sus efectos nocivos se extenderían mediante la cadena alimenticia, y en el tercero a través de la inhalación.
Estos son los componentes más peligrosos de la chatarra electrónica:
  • Plomo: Su ingesta puede causar trastornos neuronales y dañar los riñones, el aparato reproductor y los pulmones.
  • PVC: Si se incinera se liberan a la atmósfera sustancias cloradas llamadas dioxinas.
  • Bromo: Los materiales que están compuestos por bromo principalmente afectan a la glándula tiroides.
  • Bario: No es tan peligroso como los demás metales pesados, pero una elevada dosis puede causar una amplia gama de alteraciones orgánicas.
  • Cromo: Su inhalación causa bronquitis crónica, aumenta el riesgo de cáncer de pulmón y puede dañar el hígado y los riñones.
  • Mercurio: Está relacionado con deficiencias cerebrales y hepáticas.
  • Berilio: Es altamente cancerígeno.
  • Cadmio: Puede dañar seriamente a los riñones y los huesos.
Estos residuos no deben mezclarse con la basura normal. Los ayuntamientos de las principales ciudades occidentales han dispuesto los puntos limpios; en ellos se depositan aquellos desperdicios que necesitan un adecuado procesamiento, es en estos lugares donde tenemos que tirar nuestra basura tecnológica.

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